Articulo publicado por David Garcia Rodriguez en la primera edición del
Sucina Times con motivo de las fiestas patronales 2013.
"Hay quienes
sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus
cosas más esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente de la vida. Pero de algo
estoy seguro: no saben nada de fútbol".
El fútbol es un deporte socializante, de
cohesión identitaria y a la vez de confrontación, en más de una ocasión no solo
se ha dirimido en el terreno de juego las destrezas deportivas de un equipo,
sino también el orgullo de los pueblos. El fútbol lleva impregnado en su
esencia misma unos valores imperecederos que trascienden a través de los tiempos,
como el espíritu de sacrificio, el compañerismo, la entrega, el compromiso, la
lealtad, el coraje…
Con la emergencia de este deporte a finales el siglo XIX en las islas británicas, pronto eclosionó
extendiéndose como un reguero de pólvora por todo el mundo. Tanto es así, que Sucina,
a pesar de ser una zona eminentemente rural y agreste ubicada en un lugar
recóndito del mapa, fue incapaz de escapar de la influencia del fútbol, no
tardando demasiado en llegar dichas prácticas deportivas a la localidad.
El primer vestigio de un equipo de fútbol en Sucina se remonta a julio
de 1924, cuando el periódico La Verdad
confirma entre sus páginas la creación de una sociedad deportiva de fútbol
integrada por jóvenes sucineros, como a si atestigua la imagen.
Durante esos tiempos uno de sus
precursores mas firmes fue Francisco Álvarez Villaescusa, mas conocido como
Paco “El Hornero”, tío de Pedro Álvarez
el alcalde y tío-abuelo de Paco Manzano Álvarez. Puede ser considerado como el
primer presidente del equipo de fútbol de Sucina, puesto que promovía y
organizaba los equipos, además de guardar en su casa todo el material
deportivo, indumentaria, camisetas y balones. Junto a él, formaban parte de la
comitiva Benito Sánchez Bernabé, padre de Jacinto y Anselmo Pérez “Pachales”.
Equipo de fútbol de Sucina,
presumiblemente durante los primeros años de 1930. Son reconocidos, abajo el
segundo por la izquierda, Paco de la
Ceña y el primero por la derecha Raimundo Manzano Martínez,
tío de Paco Manzano y Fina la de Navarro. El que a la postre seria un personaje
de envergadura en el fútbol de Sucina.
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Esta fotografía fue realizada el
mismo día que la anterior. El equipo al completo tras conquistar un trofeo (se
desconoce el rival) posa con aficionados del pueblo.
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Equipo de jóvenes sucineros en
torno al año 1936-37 uniformados con la indumentaria arlequinada, colores característicos
del CE Sabadell.
De pie de izquierda a derecha;
José Rodríguez (Pepe del Casino), Francisco Campillo (el Tío Chapa), José Baños
(el torero), Andrés Ballester, Antonio el Grillo y Juanico Albaladejo (el
Picao). Abajo; el Camporro, Juanito el de Elvira, Miguel Galián (hermano de la Nona), José Baños (el
Maravillas) y José Peñalver (Pepe el Chato)
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Reproducción del primer escudo del equipo de fútbol de Sucina |
Ya en tiempos de posguerra se vuelve a
retomar la práctica del fútbol, todos los equipos formados en este gran periodo
se distinguían por no tener un carácter oficial ni participar en competiciones
federadas. Sin entrenamientos previos, de domingo a domingo se organizaban
partidos amistosos entre pueblos vecinos; La Tercia, Avileses, Balsicas, Roldán, San Javier,
San Pedro del Pinatar y el Pilar de la Horadada eran los destinos mas regentados, no
obstante, también se recuerdan salidas a El Algar y pueblos colindantes a la
capital murciana. Las visitas más cercanas a La Tercia, Avileses y Balsicas
en ocasiones los jugadores las hacían en bicicleta debido a la escasez de
recursos.
Y de este modo, el fútbol comenzó a ser
un entretenimiento en la jornada dominical, una distracción para el lugareño y
un motivo para salir de las fronteras de la población.
Varias
generaciones de jugadores aficionados han pasado por el Campo de “Los Amores”,
pero el mas celebré fue Raimundo Manzano Martínez emblema del fútbol en Sucina,
primero como jugador y posteriormente como promotor y entrenador, falleció en
el campo de “Los Amores” dirigiendo un partido a causa de un infarto el 8 de
julio de 1962 a
los 47 años de edad.
Otros muchos formaron parte de las
distintas etapas del equipo como; Pepe “el Maravillas”, Pepe y Matías Ros, Juan
y Rafael Clemente, José Guillen “el Pelufas”, el Lucio, Andrés Avilés “Kubala”,
Antonio Peñalver “el Chato”, Pepe Lancis que jugaba descalzo, los hermanos
Avilés, Gines, Paco, Antonio y Pepito; Gines Jiménez “el avileso”, Juan
Hernández “de Elvira”, Ramón García “de Riquelme”, Paco López “el carretillas”,
Angelín López, Paulino, Patricio Albaladejo, Braulio Ortiz “el Torres”, Tomas
“el Lucas”…
Muchos recuerdan una época de
efervescencia y furor a mediados de los 50 cuando jugadores foráneos venían a
integrarse al equipo de Sucina, con especial atención a los hermanos Macanás de Los Ramos, Pepe y Antonio,
el hijo de uno de ellos, José Macanás Pérez vistió la camiseta del Sucina con
el dorsal 10 a
la espalda a la edad de 6 años, con posterioridad jugaría en los juveniles del
Real Murcia y de ahí daría el salto al Real Madrid donde jugó desde la
temporada 72-73 hasta la 77-78. También se recuerdan con nostalgia las paradas
del Manco, guardameta venido también
de Los Ramos que a pesar de carecer de parte de un brazo destacaba por su
destreza bajo los palos, con ellos también “el curica” como un expeditivo defensa
central.
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Equipo de jóvenes de Sucina a
principios de los 50, vestidos con camiseta rojiblanca. De pie, por la
izquierda; Librado, Ángel “el pollo”, Ramonico, Ramón García “de Riquelme”,
Antonio “el Rojo”, desconocido y Periquín. Abajo; Pepito Avilés, Juan Hernández
“de Elvira”, Gines Jiménez “el avileso”, Antonio Silvente “Cañero” y Rafael
García “de Riquelme”
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Equipo de Sucina en torno a los
años 60 equipados con indumentaria blanca. De pie por la izquierda; Ramonico,
Angel Lopez, Juan Hernández “de Elvira”, Antonio “Eje”, Matías Avilés, Paco
García “el hojolatero” y Matías Ros. Abajo; Paco Avilés, Paco López “el
Carretillas”, Gines Jiménez “el avileso”, Paco “el Pelao” y Gines Avilés “el nene”.
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Imagen tomada durante el
transcurso de un partido. Con el 2
a la espalda Juan Hernández “de Elvira”.
La trayectoria del fútbol en Sucina
durante el siglo XX ha tenido un recorrido intermitente, ha conjugado etapas de
fulgurante actividad con intervalos de silenciosa pasividad. Cada uno de sus impulsores con sumo
esfuerzo establecieron las bases de esta humilde empresa, la de un proyecto
deportivo inacabado que hoy busca la estabilidad y la continuidad.
Una sede, el
campo de “Los Amores”, el cual ha sido testigo de este pasaje de nuestra
historia, escenario de éxitos y fracasos, de júbilo y decepción, sellado con
nombres propios, historias personales y vivencias compartidas. Construido y
remodelado en sus inicios por los propios vecinos, que acondicionaron las
primeras casetas o vestuarios, barrían el terreno de juego en la víspera del encuentro,
en definitiva, todos los implicados trabajaban por la mejora de las modestas
instalaciones.
La sonora denominación de “Los Amores”
se remonta a un tiempo inmemorial, tomada esta de las plantas silvestres de los
amores, esas espiguillas que nacen en terreno de poca labor y quedan adheridas
a la ropa. La abundancia de esta
gramínea sobre aquel campo donde se practicaba el fútbol, fue el motivo por el
cual se adoptó popularmente ese nombre para referirse a el.
Este artículo ha sido posible
gracias a los testimonios y a la colaboración
de José Baños “el Maravillas, Jacinto Sánchez, Ángel Hernández “el luterio”,
Juan Hernández “de Elvira”, Juan Manzano, Ginés Conesa, Luis Lisón, Francisco
Jiménez (Panadero), Loli Manzano, Elvira Hernández, Ángel Mariano Romero,
Eduardo Muñoz, Alvaro Marín y Juan Antonio López Iniesta.
“En recuero de los que se fueron”